Esta receta salió de una caja de recetas de mi suegrita querida, a quien extraño muchísimo y ayer hubiera cumplido 75 años. Estoy segura que tuvo una súper fiesta en el cielo, con croquetas, arroz con leche, y todas las cosas deliciosas que siempre le gustó cocinar. Hmm solo de acordarme me da una nostalgia terrible porque me casé justo 6 meses después de que murió y jamás pude pedirle sus recetas deliciosas.
Y aunque no sé si ésta receta la hacía mucho o no, a nosotros nos encantó, está súper sencilla y seguro pueden utilizarla para diario o para alguna cena elegante que quieran servir algo ligero.

Ingredientes:
4 filetes de pescado blanco1 cebolla grande finamente picada
2 tomates bola grandes licuados con 1 diente de ajo
1 tz de vino blanco
Aceite de oliva
Sal y pimienta

Preparación:
Hacer una salsa de tomate muy espesa, eso significa que tienes que poner a hervir el jitomate que licuaste con el ajo a hervir, sin colar para que puedas aprovechar toda la pulpa. Reservalo. La cebolla que tienes picada fina la fries lentamente en un sartén hasta que quede transparente, cuida que no se dore. Agrega el vino blanco y un poquito de agua, sazona con sal y pimienta y deja cocer (hervir) unos cinco minutos más.
Vierte todo esto en un pyrex para el horno, encima acomoda los filetes de pescado y cubrelos con suficiente tomate procurando que el tomate quede justo encima de los filetes (justo como se ve en la foto), metelos al horno durante 15 minutos a 180°C.

Disfruta con una ensalada verde, o tal vez con pasta o con un poco de arroz blanco.