El brócoli es el rey de las verduras “súper-alimentos”, porque es rico en una amplia gama de nutrientes. También ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y es una fuerza importante en la lucha contra diversas formas de cáncer.

Para más personas, duplica o triplica la receta.

Ingredientes
110g (4 oz) espirales de pasta
55 g (2 oz) de brócoli pequeña
30 g (1 onza) chícharo japonés, cortado en palitos
3 Cdas de aceite de girasol (puede ser también de canola)
1/2 cdita aceite de ajonjolí tostado (puedes usar semillas de ajonjolí y tostarlas en un sartén a fuego muy bajo moviendo constantemente)
2 cditas de vinagre de vino de arroz (con vinagre de manzana también sabe rico)
2 cditas de miel clara (de maíz o karo)
2 cditas de salsa de soya
110 g (4 oz) de pollo cocido, en rodajas finas
30 g (1 onza) de semillas de calabaza

Preparación

Cuece la pasta de acuerdo con las instrucciones del paquete, añadiendo el brócoli 2 minutos antes del final del tiempo de cocción y luego los chícharos japoneses 1 minuto antes. Escurrir y enjuagar inmediatamente con agua fría. Escurrir bien de nuevo. Alternativamente puedes hacer el brócoli y los chícharos japoneses por separado a vapor durante unos minutos hasta que estén tiernos.

Mezcla los aceites, vinagre, miel y salsa de soya en un tazón grande. Agrega la pasta y las verduras y mezcla bien, luego cubre y refrigera hasta que se necesite.

Justo antes de servir, agrega el pollo y mezcla de nuevo, a continuación, espolvorea por encima las semillas de calabaza. ¡Disfruta!

**Para bebés (toddlers) se recomienda que esta receta la coman hasta después del año por la cantidad de sal en la salsa de soya.
**Para suplir el pollo por cuestión de alergias o dieta vegetariana, puedes cambiarlo por tofu extra-firme cortado en cuadritos salteado en un poco de aceite de ajonjolí para darle un poco más de textura, algo doradito.